Insólito: por la pandemia, cada vez más personas orinan en los árboles
La pandemia que atraviesa el mundo cambió algunas costumbres, pero a la vez reforzó otras. Una de ellas se percibe desde los últimos meses en la Ciudad de Buenos Aires, y no es precisamente algo para vanagloriarse. Los expertos, y cualquier transeúnte puede verificarlo, asegura que cada vez más personas orinan en los árboles o en tachos de basura de la vía pública.
Si bien este modo de proceder no es nuevo, se incentivó en este año por un motivo particular. El cierre de bares y restaurantes, o las aperturas con restricciones para el ingreso a los interiores, hizo que una de las opciones para afrontar una urgencia fisiológica en la calle quedara sin efecto. En tiempos normales, era habitual para encargados o camareros de puestos gastronómicos que transeúntes ingresaran con el mero interés de pasar por el baño, o consuman algún café o bebida pasajera para ser clientes y tener ese “derecho”.
Caída esta opción, se cercaron las alternativas para los y las porteñas que sufren el incontrolable deseo de orinar mientras se encuentran lejos de casa. No obstante, el problema tiene una raíz aún mayor, que no es nueva y que parece muy difícil de resolver. Se trata del enorme déficit de baños públicos que tiene la Ciudad de Buenos Aires. Según el último relevamiento, son solo 35, y la enorme mayoría de ellos repartidos en parques o polideportivos (Reserva Ecológica, Parque Avellaneda, Sarmiento o Chacabuco).
Sumado a ello, la mayoría carece de los insumos necesarios para la higiene, como el jabón o papel higiénico, de manera que únicamente poseen los sanitarios, y muchas veces en dudosas condiciones de uso.
El incentivo para realizar los encuentros o paseos sociales en parques o plazas al aire libre que se propagó desde mitad de año por parte de los expertos y las autoridades, no tuvo como contrapartida una mayor oferta de baños, por lo que ese fue otro condicionante para que aumente esta desagradable costumbre.
Por añadidura, no existe una normativa clara acerca de qué consecuencias tiene desde lo legal. Está tipificado como una contravención, lo que supone una multa o probation para poder resultar eximido de la pena. Según el diario Clarín, policías de la Comisaría 31 afirman que existieron numerosos llamados a través del 911 de denuncias de personas que reportaban a otros estar orinando en la vía pública.
Es de preveer que a medida que aumenten los permisos para las tiendas gastronómicas, esta actitud ceda, y retorne la cantidad habitual de personas que realizan esta avergonzante práctica. Aunque será un problema irresuelto hasta que no haya decisiones más drásticas. El deseo o necesidad de orinar, es una certeza, acompañará al hombre en toda su existencia.