Emotivo homenaje en un nuevo aniversario de la Tragedia de Cromañón
El 30 de diciembre de 2004 fue la última vez en la que 194 familias y amigos vieron con vida a su ser querido. Hacia las 22.30 horas, una bengala lanzada hacia el techo sin las condiciones adecuadas para evitarlo generó un devastador incendio en un boliche que se encontraba repleto, triplicando la capacidad para la que estaba habilitada y presentando serias falencias en los sistemas de emergencia.
Fue la Tragedia de Cromañón, la peor desgracia no natural que debió hasta ahora soportar la Ciudad de Buenos Aires. 17 años después, en una tarde cálida, miles de personas homenajearon a las víctimas en un emotivo acto realizado en el Obelisco. Allí, distintas bandas de rock dedicaron canciones y manifestaciones para conmemorar el episodio y los fallecidos. Entre los participantes estuvo Patricio “Pato” Fontanet, líder de Callejeros, el grupo que llevaba a cabo el recital trágico.
Uno de los mayores pedidos de este aniversario fue reforzar el reclamo que sostienen hace tiempo los familiares y sobrevivientes, que piden a la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires que edificio del boliche de la calle Bartolomé Mitre al 3000, en la zona de Once, que es propiedad de Rafael Levy, sea expropiado con el fin de “resguardar los elementos testimoniales que hacen a su valor histórico-cultural y configuran la memoria histórica colectiva de la Ciudad”.
Hasta ahora está montado un santuario en los terrenos ferroviarios detrás de la majestuosa terminal del Ferrocarril Sarmiento. Pero los familiares aseguran que al estar al aire libre, es expuesto al vandalismo y la intemperie, por lo que instan a crear un espacio en mejores condiciones.
Dentro de la jornada homenaje, en el citado punto donde se desató el incendio se realizaron trabajos de restauración de un conjunto de murales referidos a la tragedia, que fueron declarados de interés por la Legislatura porteña. También hubo una “pincelada” en Plaza de Mayo.
Dentro de este acto, se leyó un comunicado consensuado por las distintas agrupaciones que reúnen a familiares y sobrevivientes. “Tenemos que repetir que la masacre -no tragedia, no accidente- se produjo por una sumatoria de hechos probados”, precisa el mismo. A la vez, condena la “sobreventa extrema de entradas, el funcionamiento de un local sin la habilitación, los matafuegos vencidos, las puertas con candado, el uso de material prohibido, el desastroso operativo de la emergencia y la represión de la policía a los mismos chicxs que entraban a intentar salvar a otrxs”.