La UBA trabaja con perros para detectar pacientes con covid
Es importante remarcar que cada enfermedad desprende un olor distinto que perros adiestrados están en condiciones de discernir, la Universidad de Buenos Aires (UBA) trabaja en un proyecto multidisciplinario para lograr que esos animales puedan «detectar a personas con coronavirus y», -si es posible, en un futuro no lejano, a pacientes asintomáticos».
Destaca Paula Carancci, -secretaria de Extensión de la Facultad de Ciencias Veterinarias, quien está al frente de este programa, sin antecedentes en Latinoamérica, «la capacidad olfativa de los perros permite que se los entrene para percibir sustancias como estupefacientes, explosivos, divisas y alimentos en las barreras sanitarias».
También han desarrollado su olfato en el campo de la salud y determinadas razas pueden detectar episodios de hipoglucemia, -cáncer de pulmón, mama, próstata y colon, melanoma y además tuberculosis, entre otras enfermedades; «Carancci señala que la UBA se plegó a la iniciativa de la Escuela de Medicina Veterinaria de Alfort (París)», -entidad de referencia en la materia, que ha comenzado una investigación con resultados alentadores.
Nuestro objetivo es incorporarnos al proyecto, -adaptarlo a las necesidades locales y sumar evidencia científica acerca de la capacidad de los perros para detectar personas con covid», explica Carancci., ¿Cuál sería el principal objetivo? «El ideal será la rápida detección de quién está infectado para entonces hacerle el hisopado correspondiente».
En una estación de tren, -en un aeropuerto, en una escuela, en una fábrica, un par de perros muy rápidamente podría detectar entre cientos de personas a quiénes habría que realizarles el test», -amplía la experta, por otra parte de funcionar como se espera, este método permitirá realizar un testeo de bajo costo y de resultado inmediato, «permitiendo así asignar más eficientemente los test de laboratorio a quienes hayan resultado positivos para los perros».
Queda aún por determinar si los perros serán capaces de detectar a infectados asintomáticas, -las pruebas ya realizadas en Francia arrojaron buenos resultados en cuanto al éxito de los perros para identificar las muestras de covid-19, «las estadísticas mostraron una efectividad de entre el 86% y el 100% según el ejemplar canino».
Ante estos alentadores resultados, -se espera poder avanzar en las siguientes etapas para poder concluir en una aplicación directa en la detección de pacientes positivos, informa Carancci.
¿Cómo se realizarán las pruebas en la Argentina?
Para que los animales se familiaricen con el nuevo olor, -se los expondrá a gasas con muestras de sudor de pacientes contagiados y de gente sin la enfermedad, «en otros países se usa orina, pero el sudor tiene la ventaja de no tener carga viral», por lo que su uso mantiene a resguardo a los animales.
En cuanto a los pacientes, seguramente se extraigan las muestras de internados en el Hospital de Clínicas, detalló Carancci.
El proyecto se encuentra en una etapa de selección de los perros, -cuyo entrenamiento realizarán los profesionales de la Escuela de Adiestramiento que depende de la Secretaría de Extensión de la Facultad, «esperemos empezar el 6 de julio con los diez elegidos para entrenarlos durante seis a ocho semanas», -en un predio cerrado que la Facultad de Veterinaria tiene en el barrio de la Paternal», puntualiza Ariel Zapata, jefe de adiestradores y encargado del «casting» de los animales.
De unos veinte perros de raza Pastor Alemán y Pastor Belga Malinois especializados en la detección de explosivos, -vamos a seleccionar diez ejemplares que nos proveerá el Ministerio de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, con la colaboración del Ministerio de Seguridad de la Nación, «son perros entrenados, acostumbrados a la búsqueda y detección, por lo que ahora deberán incorporar un olor nuevo», -sostiene Zapata, que tiene 58 años y 43 de experiencia como adiestrador.
Sobre algún detalle del entrenamiento, -Zapata subraya que la detección de olores se realiza a partir de un aprendizaje asociativo mediante el cual el perro aprende a reconocer un olor que le dará acceso a su juguete o a alimento de su agrado, «al encontrar el lugar con la muestra positiva, el perro lo indicará con una conducta específica».
Luego deberá discriminar entre muestras de pacientes positivos y negativos, marcando los primeros e ignorando a los segundos, -tanto Carancci como Zapata remarcan, ante preocupación que generó esta iniciativa, que los perros no estarán expuestos al virus. «No estamos usándolos como experimentos de laboratorio», no es nuestra intención ponerlos en riesgo.
La única exposición que tendrán los animales será a un olor, -a un compuesto orgánico volátil, que no tiene carga viral, «además el proyecto tendrá la supervisión de la cátedra de Bienestar Animal, que estudiará el grado de comportamiento de los perros».